Consideremos un minuto la siguiente pregunta:
¿Qué hace que algunas personas se sientan tan apasionadas por los autos? Hasta el punto de pagar miles y millones de dólares por máquinas de cuatro ruedas que simplemente sirven para ir del punto A al Punto B. Ese día salimos temprano de Barquisimeto y tomamos la ruta hacia Quíbor, un pueblito a las afueras conocido por su icónica Tinaja, sus artesanías y sus cultivos.
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